
La conferencia comenzó distendida
citando una metáfora ya que Steiman la tituló como “Las voces de la educación :una
docena y una yapa”.
Para desarrollar los trece
puntos se apoyó en un cuento de A.
Dolina llamado “El tano Farsa”.
En esas distorsiones como él
las llama, trató temas como “la sustitución” que consiste en sustituir cantidad
por calidad. Explicó que mejor sería
estudiar con la memoria y no de memoria.
En la segunda distorsión
“desviación del sentido de la enseñanza” claramente hizo hincapié en el aprobar sobre
el aprender.
Habló también de la
“disociación del sentido de la enseñanza”
donde explicó lo que sucede cuando se enseña proponiendo “hacer algo”, a
los estudiantes y se evalúa proponiendo “hacer algo” distinto en los exámenes,
lo llamó a eso el virus de la innovación en el momento de evaluar.
En otros puntos de los
destacados, Jorge habló de la “devolución” que se reduce a una nota, cuando las
correcciones de las evaluaciones no están señaladas, y el alumno no puede notar
cuales fueron sus errores.
En el punto “los
presupuestos de partida” mencionó cuáles
son los que los docentes tienen y se ponen en juego en la primera clase, donde
se supone que el alumno debería saber tal y cual cosa, pero se pregunta ¿y si
no lo sabe? ¿Qué?!¿¿ Qué hacemos??...
Es bueno escuchar a Steiman
aclarar que estamos formando futuros profesores los cuales, van a enseñar a los
pibes y no máquinas… y que la palabra es el principal sostén de la enseñanza.
También se tocaron puntos
como el de las calificaciones, el falso group, lo que se requiere en los
exámenes, la asociación entre autoevaluación y autocorrección, la asociación
entre mejora de la calidad y evaluación de ingreso entre otros.
Steiman concluyó la
conferencia con una anécdota del premio
nobel de química Niels Bohr, cuando su profesor en una evaluación lo quería
desaprobar por una conclusión, de una pregunta, sobre la medición de un
edificio con un barómetro, de la cual Bohr no tenía una respuesta, sino que
tenía muchísimas, no la que su evaluador esperaba seguramente, pero todas eran
válidas. La respuesta que terminó impresionando más al profesor es
según dijo Bohr: “ Tomar el barómetro,
golpear la puerta del portero, y decirle:- Señor portero aquí tiene un bonito barómetro
si usted me dice cuánto mide el edificio yo se lo regalo.”
Las risas se apoderaron del
recinto, y Steiman cerró diciendo:- “Si
con Dolina las práctica evaluativa, se nos atravesaba por cuestiones del
corazón, miren a este loco, seguro que no lo van a poder contradecir!!!!
Dejándonos como enseñanza
tantas cosas, pero también , que siempre que pensemos en evaluar, no perdamos
de vista la didáctica para llegar, al fin que buscamos que es ENSEÑAR.
Cobertura periodística realizada por Leonardo Fernández, alumno de 1º Año de Educación Física, Comisión 1